Mi videojuego favorito: Dragon Age: Origins

He escrito tres fanfictions sobre este videojuego, los cuales podéis leer en este mismo blog, y no es casualidad. Yo no me considero una gamer puesto que soy malísima y no juego con asiduidad, pero sí que he probado algunos títulos en mi vida. El primer juego que tuve era para ordenador y se trataba de Harry Potter y la cámara secreta. De hecho, me acabé todos los de esta franquicia y aún los conservo. Mi favorito es el seis, aunque los dos primeros me traen mucha nostalgia y los demás me impactaron bastante, exceptuando los dos últimos. Fue por esto que he jugado a más adaptaciones de películas que a juegos de otro tipo. Hasta que descubrí Los Sims 2, que me engancharon y desesperaron bastante, llegando a comprar todas las expansiones. Y tampoco puedo olvidarme de la famosa saga Myst, la cual también conseguí entera, pero por desgracia... no pude acabarme ninguno. Nunca en mi vida he visto un juego más complicado y menos intuitivo, con puzles que llegaban a consistir en abrir una especie de caja fuerte guiándote por el sonido. Siempre le reprocharé eso, y sin embargo lo amo más que lo odio, pues sus escenarios e historias eran alucinantes. Mi preferido es Myst IV Revelation, e intenté jugarlo con tanto ahínco que llegué a alterar toda la historia por acceder a las pistas, una maliciosa opción del propio juego para los inútiles como yo. Pero bueno, los tiempos cambian, y un día llegó a mi vida... Dragon Age: Origins.

VIERNES 5 DE FEBRERO DE 2010
 

Esta fecha la tengo muy clara, porque recuerdo que en el día de mi dieciséis cumpleaños mi padre me regaló un juego que había pirateado. Esto de piratear lo hacía para que pudiésemos probar juegos nuevos, y sobre todo por mi hermano, quien jugaba más que yo que me faltaba el tiempo. El caso es que mi padre no tenía ni idea de lo que me acababa de regalar, y yo lo descubrí esa misma noche.

Como era viernes podía acostarme tarde, y decidí probar el juego. Este empezaba, como la mayoría de juegos de rol, creando a un personaje. Podías ser hombre o mujer, y lo que es más: humano, elfo o enano, e incluso: guerrero, mago o pícaro. Yo me decanté por una mujer elfa maga, y aunque ya estaba familiarizada con crear personajes gracias a Los Sims, recuerdo que me costó debido a la iluminación, a las múltiples opciones y... a que yo nunca estoy satisfecha con el resultado a la primera, eso es así. No obstante, como era tarde y no sabía si el juego me iba a gustar, lo di por bueno y también acepté el nombre que este me proponía. Y así nació Neria Surana, La Heroína de Ferelden. El título me lo gané al final de la historia.

Una versión posterior de Neria, sin tanto maquillaje como le puse al principio.

Entonces comenzó mi partida, la cual conoceréis si habéis leído el correspondiente fanfiction que escribí sobre la misma, y de la que, por tanto, no voy a hablar. No obstante, sí que quiero aprovechar para quejarme de un aspecto importante de este juego, y es la falta de contexto cuando uno empieza a jugarlo. Al recordar esta partida me doy cuenta de las decisiones erróneas que tomaba muchas veces, a causa de que no entendía de qué me hablaban los personajes la mitad del tiempo. Siendo un juego de alta fantasía yo no podía saber cómo funcionaban las instituciones, la historia de los distintos pueblos, y otras muchas cosas. Hasta haberlo jugado, claro está.

Pues bien, tras una pequeña secuencia de vídeo que mostraba el principal peligro de ese mundo de fantasía, apareció el origen correspondiente a las características del personaje que yo había elegido. Y este era, para mi alegría, una escuela de magia. Pero esto no era todo, y es que, dentro de la siguiente secuencia, descubrí también que mi personaje iba a enfrentarse ni más ni menos que a una prueba de magia, como tantas veces yo había leído en las novelas de fantasía. No obstante, lo que hizo que me entrasen ganas de romper el silencio de la noche con gritos de asombro, fue que los personajes de la secuencia, en un momento dado, se dirigieron a mí. Seguían hablando conmigo, pero la escena se detuvo y en la parte inferior de la pantalla aparecieron tres frases que mi personaje, o sea yo, podía escoger para decir. Sé que esto hoy en día es algo habitual, pero por favor os pido que os pongáis en situación, porque ya os he contado el tipo de juegos a los que jugaba, y son evidentes las ganas que tenía de poder intervenir de verdad en una historia. Aquella fue la primera vez, y además, con una historia de fantasía.

La primera vez que pude hablar en un videojuego.

Por desgracia, mi personaje no pronunció la frase que yo había escogido, y aunque esto pudiera hacerlo más inmersivo, he de reconocer que prefiero la opción de que este tenga su propia voz, tal como sucede en las secuelas Dragon Age II y Dragon Age: Inquisition. El caso es que tras finalizar la secuencia se me concedió el control de mi personaje, quien había sido transportado a un lugar donde los colores se veían bastante distorsionados y todo alrededor parecía borroso. Al principio pensé que era un defecto del juego, hasta que comprendí que me hallaba en otra dimensión en medio de la prueba de magia. Y que era ya muy tarde. Así que guardé partida y me metí en la cama con una ilusión desbordada por jugar al día siguiente.

MI VALORACIÓN DE LA SAGA

La guía oficial del juego en tapa dura, con imágenes de los mejores momentos. Eso sí, en inglés.

Tardé alrededor de un año en acabar Dragon Age: Origins jugando algunos fines de semana, porque sabía que el esfuerzo por hacerle un hueco en mi vida valía la pena, y recuerdo haberlo terminado en verano. También me compré el juego original a mitad de partida, y mi padre consiguió pasar mis progresos al mismo, puesto que yo necesitaba tener en mis manos aquella joya. Y como ya he dicho, soy muy mala jugando, llegando a hacer cosas raras, como es adaptar el juego a mis necesidades y preferencias saltándome algunas de sus características. Mi grupo de amigos no me gustaba especialmente, así que siempre me acompañaban Alistair (mi novio), Morrigan (mi amiga), y el perro. Y a menos que el juego me obligase yo no los cambiaba. Tampoco jugaba con nadie más que con mi personaje a menos que este muriese. Por suerte, estaba en modo fácil, y aun así... llegó a costarme. Por eso y por la falta de contexto sé que me perdí cosas en mi partida, pero todo lo vivido es más que suficiente para reivindicar el amor que siento por él. 

No sé si podría escoger un nivel favorito, porque lo cierto es que había de todo. En tu viaje por reunir a un ejército te encontrabas con magos locos, posesiones demoníacas, muertos vivientes, sectas, enanos, golems, hombres lobo... Los elfos del juego eran un híbrido entre los elfos de los bosques de Tolkien, y los elfos domésticos de Rowling en lo referente a la altura y costumbres, cosa que yo no sabía y que no habría escogido como personaje de saberlo, aunque no me importó tanto porque era una maga al fin y al cabo. Los dragones, curiosamente, se correspondían con mi diseño ideal de los mismos. Basta con ver la portada del juego para comprobarlo. Poseían cuatro patas además de las alas y eran extremadamente delgados y esbeltos, algo que, no sé por qué, cambiaron en las secuelas. Supongo que el nivel que más me gustó fue toda la parte de los Caminos de las Profundidades. Considero que este es el momento más oscuro de la historia, cuando se descubren los efectos del contacto con el enemigo. Para mí fue el más terrorífico e impactante, y una buena premisa de lo que veríamos en la batalla final.

Otra anécdota verdaderamente curiosa que puedo contar, es que yo, inmersa como estaba en la historia y sin conocer apenas el argumento, me inventé un final para la misma que acabó por coincidir con el del juego. Esto es del todo cierto. Creo que fue al terminar la batalla de Ostagar que me imaginé a mi personaje comandando un ejército y hablando con Alistair justo antes del combate. Entonces, cuando llegué a Denerim, antes de la batalla final, Alistair dio un breve discurso a las tropas presentándome a mí y... os juro que se me saltaron las lágrimas. Y no sólo eso. Yo deseaba que el juego me diese la opción de que mi personaje y Alistair acabasen juntos y fuesen libres de ir adonde quisiesen, cosa que también se cumplió. Por eso tengo que decir que este control sobre la historia es algo completamente mágico para mí y que no había visto nunca antes en mi vida.

¡Por Ferelden! ¡Por los Guardas Griseees!

La expansión Dragon Age: Origins - El Despertar, era una aventura que continuaba mostrando la oscuridad presente en la misión de los Caminos de las Profundidades de Dragon Age: Origins. No obstante, al ser más pequeña no había tiempo para romances ni muchas más cosas, aparte de que yo la jugué con otro personaje, puesto que quise mantener la decisión que tomé de jubilar al mío al final del anterior juego.

Dragon Age II resultó ser un fracaso, principalmente porque no tenía ni la mitad de oscuridad que su predecesor. Por alguna razón decidieron hacerlo para todos los públicos, con un diseño de gráficos que me recordaba un poco a Los Sims. La historia tampoco tenía las dimensiones del otro juego en lo referente a las repercusiones de la trama. Todo estaba centrado en una ciudad cambiante pero de la que no podías salir. Sin embargo, diré en su defensa que al ser menos grandilocuente se podía centrar más en los personajes, los cuales eran lo mejor de la historia. Llegué a conocer a la perfección a todo mi equipo, y aunque algunos no me caían bien, los entendía. El romance en este juego me marcó mucho más que en el anterior, enamorándome por completo de Anders. Tengo que reconocer que me costó olvidar a Alistair, quien parecía destinado a estar conmigo por lo acontecido en la historia, pero a quien no llegué a querer en todas sus facetas. Añadiré como dato curioso acerca de los romances que en ambos juegos dudé entre quienes finalmente escogí, y el elfo que había en cada grupo.

Y Dragon Age: Inquisition... en fin. No lo acabé. Por eso no tenéis el correspondiente fanfiction. Por un lado me siento culpable pero por el otro no. Avancé lo bastante como para comprobar que este juego tenía misiones impactantes y decisivas al igual que los otros, pero también misiones pequeñas y absolutamente ridículas que sólo me hacían pensar que estaba perdiendo el tiempo cuando jugaba. Todavía no he tirado la toalla con él y a pesar de que hace muchísimo que no juego, espero volver a este algún día e intentar terminarlo para conocer el final de esta historia. Entonces mi valoración estará más justificada, aunque dudo mucho que nada pueda cambiar la desesperación que me ha ocasionado en comparación con los anteriores.

Elizabeth Hawke, mi personaje en Dragon Age II, la creación de la que estoy más orgullosa.

Por supuesto también probé la saga Mass Effect al enterarme de que era obra de la misma compañía, Bioware, y empecé a jugar el uno y el dos. Estos juegos tienen la misma dinámica de rol que Dragon Age, no obstante y como ya os he dicho, yo no juego mucho, y prefiero la fantasía antes que la ciencia ficción, por eso se los recomendé a mi hermano y se convirtieron en su juego favorito.

En conclusión, debo contaros lo más importante de todo esto para mí. Ahora ya sabéis que este fue el primer juego de rol que jugué en mi vida, y os juro que lo tengo en cuenta a la hora de decir lo siguiente: Yo he leído y visto El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien, he visto Juego de tronos de George R. R. Martin, he leído Un mago de Terramar de Ursula K. Le Guin, El nombre del viento de Patrick Rothfuss, y El último deseo de Andrzej Sapkowski, y puedo afirmar sin temor a equivocarme que Dragon Age: Origins es la mejor historia de fantasía que he disfrutado en mi vida. Y no lo digo porque sea más oscura que las que acabo de nombrar, sino porque tiene el triple de magia. Lo cual me lleva a desear que exista un libro o una película sobre ella, porque se lo merece y porque yo soy muy mala jugando. 

Comentarios

  1. Bioware, tristemente, ya no es lo que era.
    Tanto Dragon Age: Origins, como el primer Mass Effect, pertenecen a una época dorada de la compañía que marcó a miles de jugadores. Aún recuerdo por aquella época como este Dragon Age recibía auténticas notazas y la gente decía que era una obra maestra. Por eso tuve el interés de comprarlo. Y lo jugué, como ya sabes, a pesar de que a mí (no se muy bien porqué), no me cautivó tanto.
    De hecho, la saga que sí me cautivó fue la de Mass Effect. Es de mis favoritas.

    El Dragon Age 2 nunca lo jugué (a excepción de su demo), y el Inquisition sí que lo pillé, pero la verdad es que fue una completa decepción. La saga tiene muchísimo potencial, pero es una pena que no lo terminen de explotar. Lo peor es que, tal y como está Bioware ahora mismo, tan absorbida por EA, me temo que nunca volverá a brillar como lo hicieron en su día. Al menos molaría que hiciesen una remasterización del Origins, porque me gustaría volver a jugarlo.

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    1. Tienes toda la razón, aunque yo creo que el principal problema fue convertir Dragon Age en una saga. El Origins es una historia con un principio y un final. ¿Qué digo uno? ¡Cientos! Y realmente no había necesidad de seguir. Como ya dije la expansión la jugué con otro personaje por ese motivo, pero aun así no estaba mal porque mantenía su esencia. Cosa que ahora, como tú bien dices, se ha perdido.

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  2. Como te he comentado antes en twitter, éste es también uno de mis juegos favoritos. El origins para mí fue pura magia, una magia de la que carecen el inquisition y no digamos ya el infumable dragon age 2 (suelo fingir que nunca existió). Como coincidencia te diré que en mi primera partida también elegí a Neria Surana. Aunque no es mi personaje favorito, pues tras probar todos los orígenes, me quedo con la elfa de ciudad y la enana noble, creo que sus historias son harto trágicas. Eso sí, mi mejor amiga siempre ha sido y será Morrigan (no entiendo que en muchos fics el fandom la tache de zorra) y como romance me decanto por Alistair. Sé que éste último tiene aspectos que son difíciles y que es complicado quererle debido a ciertas decisiones, creo que su personaje está poco trabajado en lo que respecta a la evolución. Siempre me ha parecido que hay ciertas decisiones que toma que no se corresponden con el Alistair que conoces, pero supongo que al ser un juego no podían pararse a perfeccionar los detalles del cambio.

    Mola que hayas escrito fics, intentaré pasar a leerlos. Porque cada vez que leo uno descubro un aspecto que desconocía sobre los personajes. Te diré que hay dos libros sobre dragon age, no sobre el juego, pero sí sobre acontecimientos anteriores, se llaman El trono usurpado y La llamada. En mi opinión la calidad narrativa brilla por su ausencia, pero son muy interesantes porque descubres y conoces más en profundidad a ciertos personajes que te encuentras en el origins. Por descubrir las historias que encierran merecen la pena. Eso sí, como digo no te esperes que sea un libro con buena calidad literaria. Y también hay algunos cómics que suceden después, tanto del origins como del dragon age2. Pero vamos, estoy contigo en que una buena historia, ya sea cinematográfica o literaria sobre el juego sería muy deseable. Supongo que mientras eso no ocurra siempre nos quedarán los fics.

    Por otra parte, estoy de acuerdo con el anterior comentarista, bioware ya no es lo que era. Me ha parecido muy rastrero por su parte el que hayan decidido que lo más interesante del dragon age inquisition sacarlo en un dlc. Estoy totalmente en contra de los dlc, o sea, pagas un juego y deberían dártelo entero, no desbloquearte o aumentarle trocitos minúsculos a cambio de que sigas desembolsando más dinero. ¿Y qué pasa si alguien no puede pagárselo porque se sale de su presupuesto? ¿Le estropean todo el juego porque no ha podido costearse los dlc? Además, los juegos redondos que hacían antes ya han quedado atrás y se nota que los actuales no brillan tanto como aquellos.

    Añadir que a mí me gustó más el que la heroína de Ferelden no hable, como que queda más a la imaginación su personalidad. Puede que en los siguientes juegos los personajes tengan voz, pero yo ya ni las recuerdo, no eran personas que tuvieran una voz que queda en la memoria como la de Jennifer Hale, una mujer que hace tan bien su trabajo que se ha convertido en memorable.

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario!

      Yo también probé el origen de elfa de ciudad años más tarde y me dejó muy sorprendida. Me vine arriba con el personaje cuando lo encierran y se quiere vengar. Es sorprendente cómo cambia el modo en que te tratan los demás según la identidad que hayas escogido. Morrigan es fascinante. La principal pega de Alistair para mí es que sea un aprendiz de templario.

      Los fanfics que escribí son como una recopilación genérica de mi partida, pero contadas con la voz de los personajes que encarno en cada juego. Las considero un bonito recuerdo de mi aventura :) El material extra de Dragon Age que esté traducido al español parece interesante, aunque no me fío por culpa de lo mucho que me aburrió el primero de los libros del videojuego Myst.

      Yo también estoy en contra de los DLC. Me quedé sin los del Origins porque creo que al principio no guardaba mi partida en la cuenta de EA, y odio sentir que me he perdido cosas. No me gusta la idea de ir buscando el resto de la historia por ahí, sobre todo al haberme comprado los juegos.

      Yo odio más el Inquisition que el Dragon Age II, sencillamente porque no puedo con los videojuegos de mundo abierto. Necesito que me guíen y sentir que la historia avanza, si no me entra ansiedad. Tienes que leer la crítica que le hice en este mismo blog, me ensañé mucho con él.

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