La historia interminable (parte 2)

Ya llegamos a la segunda parte. Para muchos, la más lenta, y es normal si la comparamos con la clara misión de Atreyu al principio de la novela. Aquí Bastián entra físicamente en La historia interminable y hace lo que todos haríamos: experimentar. Esta parte no aparece en la película (en la primera de ellas, y no me hagáis hablar del tema, por favor).

Lo único que hizo bien la película: mantener el diseño del libro estipulado por el autor (aunque ÁURYN...), cosa que las editoriales hoy en día ya no hacen.

CAPÍTULO 13. Perelín, la Selva Nocturna 

No es el fin de Fantasía. Es el principio. La Emperatriz Infantil le dice a Bastián que con cada deseo que pida Fantasía se hará de nuevo grande y hermosa. Le da a ÁURYN y Bastián pide ser guapo y fuerte, pero sin él saberlo, por cada deseo pierde un recuerdo de su mundo.
 

“Como un pálido recuerdo de días muy pretéritos, se vio por un momento a sí mismo, durante la clase de gimnasia, balanceándose como un saco de patatas, con gran regocijo de toda la clase, al extremo inferior de una escala de cuerda. Tuvo que sonreír. Sin duda se habrían quedado con la boca abierta si hubieran podido verlo ahora. Se hubieran sentido orgullosos de ser sus amigos. Pero él no les hubiera hecho ni caso”. 

CAPÍTULO 14. Goab, el Desierto de Colores 

Bastián pone a prueba sus habilidades, primero en la selva y luego en el desierto. Allí conoce a Graógraman, un león gigantesco de los colores del desierto. Este se convierte en su amigo, porque sólo Bastián se ha acercado a él sin empezar a arder, gracias a ÁURYN.  

CAPÍTULO 15. Graógraman, la Muerte Multicolor  

Graógraman está conectado al desierto, y cuando él está petrificado de noche, brota la selva, y al despertar, la destruye el desierto. Graógraman representa la importancia de la muerte, ya que la selva lo abarcaría todo si el desierto no la destruyera. Bastián recibe una espada mágica llamada Sikanda, que sólo deberá utilizar cuando ella salga de su vaina. También descubre que debe pedir deseos hasta encontrar su Verdadera Voluntad, lo más difícil de todo. Bastián se pregunta si lo que ha creado hasta ahora con sus deseos es sólo cosa suya o si ha existido desde siempre: cuál es el origen de la inspiración.  

CAPÍTULO 16. Amarganz, la Ciudad de Plata  

Bastián entra en el Templo de las Mil Puertas, a través del cual sólo puede guiarlo un deseo auténtico. Cuando desea ver a Atreyu, consigue abrir las puertas correctas hacia la salida, llegando así a un bosque donde se encuentra con Hýnreck el Héroe, la Princesa Oglamar de la que este está enamorado, y los tres caballeros: Hykrion, Hýsbald y Hydorn. Estos se dirigen a la ciudad de Amarganz, donde va a celebrarse un torneo para seleccionar a los tres hombres más valientes dispuestos a buscar al Salvador de Fantasía. Bastián decide acompañarlos a lomos de una vieja mula llamada Yicha. Una vez en la ciudad, Bastián derrota a Hýnreck el Héroe, el finalista del torneo, y lo humilla con su espada Sikanda. Entonces Atreyu se acerca a él y lo reconoce como el Salvador.  

CAPÍTULO 17. Un dragón para Hýnreck el Héroe  

Bastián quiere impresionar a Atreyu con algo que es sólo mérito suyo y no de ÁURYN, así que desea que al día siguiente haya un concurso de contar historias. Bastián cuenta el origen de la ciudad de Amarganz, y les regala así una biblioteca con todas sus historias, ya que ellos no pueden inventar historias nuevas. Después inventa un dragón monstruoso llamado Smerg para que Hýnreck el Héroe luche contra él y rescate a la Princesa Oglamar, quien sólo quiere al mejor caballero de todos.  

CAPÍTULO 18. Los ayayai 

Atreyu, Fújur y los tres caballeros deciden llevar a Bastián a su mundo, pero este no lo desea en realidad y de esa forma no pueden llegar nunca. Atreyu comprende que por cada deseo que Bastián pide, pierde un recuerdo de su mundo, y hay que recordar de dónde se viene para saber adónde se va. Entonces se encuentran con los ayayai, las criaturas más feas y desgraciadas del mundo que Bastián inventó para explicar el origen de Amarganz. Conmovido, desea que se conviertan en schlabuffos, polillas-payaso felices, pero al hacerlo descubre que están fuera de control. Los ayayai creaban para paliar su tristeza, y los schlabuffos destruyen para expresar su alegría.  

CAPÍTULO 19. Compañeros de viaje  

Bastián, Atreyu, Fújur y los tres caballeros no consiguen avanzar, cayendo cada día en el mismo sitio porque Bastián sigue el consejo de Atreyu de no desear para no perder más recuerdos. Entonces desea ir a la Torre de Marfil para hablar con la Emperatriz Infantil, aunque Atreyu le dice que es imposible verla más de una vez en la vida. Por el camino se van encontrando a millones de criaturas que quieren acompañarlos para tener así una historia propia.  

CAPÍTULO 20. La Mano Vidente  

Bastián tiene una discusión con Atreyu y Fújur, quienes le aconsejan que se quite a ÁURYN y sea Atreyu quien lo use para encontrar el camino al mundo de los humanos. Pero Bastián no quiere volver, y desea ser temido, por eso aparece el castillo de Hórok, la Mano Vidente, en el Jardín de Oglais de orquídeas carnívoras, donde vive la malvada maga Xayide. Sus esbirros, unas corazas huecas, raptan a los tres caballeros a cambio de que Bastián se entregue. Este traza un plan, y mediante la distracción de Atreyu y Fújur, y gracias a su espada Sikanda, los rescata y hace prisionera a Xayide, pero todo esto parece planeado por la maga, y cuando Atreyu se lo dice a Bastián, este los echa a él y a Fújur de la vanguardia del grupo.  

CAPÍTULO 21. El Monasterio de las Estrellas  

Xayide convence a Bastián de que abandone a su vieja mula Yicha y viaje con ella en su litera como se merece. Bastián lo hace, y para no sentirse mal cumple el deseo de Yicha de tener hijos. Xayide le regala a Bastián el Cinturón Guémmal de invisibilidad. Entonces este desea ser el más sabio de Fantasía, y esa noche lo visitan unas lechuzas. Le dicen que en Guígam, el Monasterio de las Estrellas, viven los monjes que aprenden el Conocimiento, y los Tres Pensadores Profundos: Schirkrie, el Padre de la Visión con cabeza de águila; Uschtu, la Madre de la Intuición con cabeza de lechuza; y Yisipu, el Hijo de la Sagacidad con cabeza de zorro. Son como los tres animales disecados que había en el desván del colegio, y le piden a Bastián, el Gran Sabio, información sobre la identidad de Fantasía. Él se la da, perdiendo así ese recuerdo y la luz de la piedra Al-Tsahir que se encontró en Amarganz, porque la usa para mostrarles el desván del colegio. Al final hallar la verdad es imposible porque las preguntas sólo llevan a más preguntas, por muy bien escogidos que estén los sabios.  

CAPÍTULO 22. La batalla de la Torre de Marfil 

El grupo, a pesar de las dudas de Bastián sobre su meta, llega a la Torre de Marfil, pero le informan de que la Emperatriz Infantil no está. Bastián decide ir a ver a Atreyu y Fújur con el cinturón Guémmal, y tal como dijo Xayide, descubre que Atreyu quiere quitarle a ÁURYN. Pone a los tres caballeros a vigilar su tienda y captura a Atreyu cuando se disponía a robarle. Bastián destierra a Atreyu y a Fújur y, haciendo caso a Xayide, va a la Torre de Marfil para coronarse Emperador Infantil, pues esa tiene que ser su Verdadera Voluntad, aunque no puede subir al Pabellón de la Magnolia, residencia de la Emperatriz Infantil, porque está cerrado. Bastián se siente vacío, y aunque desea ver a la Emperatriz Infantil, que sería la inspiración, no lo consigue. El día de la coronación descubre que Atreyu lidera un ejército contra él y tiene lugar una batalla. Atreyu le dice a Bastián que le entregue a ÁURYN por su propio bien, pero este desenvaina a Sikanda, trayendo así la desgracia, y le abre a Atreyu una herida en el pecho, quien huye a lomos de Fújur. La Torre de Marfil arde y cae. Bastián quiere vengarse de Atreyu.  

“─¡Traidor! ─gritó Bastián─. ¡Yo te he creado! ¡Yo he dado su existencia a todo lo que hay! ¡Y también a ti! ¿Te vuelves contra mí? ¡Arrodíllate y pídeme perdón! 

─Estás loco ─respondió Atreyu─. Tú no has creado nada. ¡Todo se lo debes a la Emperatriz Infantil! ¡Dame a ÁURYN!”  

CAPÍTULO 23. La Ciudad de los Antiguos Emperadores  

Bastián llega a una ciudad cuyas construcciones y habitantes producen una clara impresión de locura. Allí conoce a Árgax, un mono que dice ser el vigilante de la ciudad y que es el único que habla. Los otros son humanos que en su día fueron o intentaron ser Emperadores de Fantasía, perdiendo así los recuerdos de su mundo y no pudiendo desear volver a él. La fantasía sin límites los enloqueció. Bastián comprende que tiene que usar los pocos deseos que le quedan en volver a su mundo. Así llega al Mar de Niebla y encuentra la Ciudad de Mimbre, o Ýskal, habitada por los yskálnari, que son gentes tan parecidas entre sí que viven en armonía, pero no en amor, porque el individuo no existe. Pueden mover sus barcos de mimbre sobre el Mar de Niebla con su imaginación conjunta, y así llevan a Bastián.  

CAPÍTULO 24. Doña Aiuola 

Bastián llega a la Casa del Cambio, que no se llama así sólo porque se cambie a sí misma, sino porque cambia también a quien habita en ella, y él hasta entonces había querido ser siempre otro, pero no cambiar. En ella vive Doña Aiuola, que lo había estado esperando, y es una mujer que da frutos comestibles cuando está contenta, y que siempre había querido tener a un hijo como Bastián a quien amar. Con el tiempo y el amor de Doña Aiuola, se despierta en Bastián el deseo de amar, que es su Verdadera Voluntad, y ella le dice que debe encontrar el Agua de la Vida para poder cumplirlo, y que sólo le queda ya el recuerdo de su propio nombre. Bastián se va, Doña Aiuola se marchita y la casa se cierra – fin de la infancia.  

“─¿No pueden querer los fantasios… igual que me pasa a mí? ─preguntó él temeroso.

─Bueno ─contestó ella en voz baja─, hay algunas criaturas en Fantasía que pueden beber del Agua de la Vida. Pero nadie sabe quiénes son. Y existe una promesa de la que rara vez hablamos y que dice que, en un futuro lejano, llegará el día en que los seres humanos traerán también el amor a Fantasía. Entonces los dos mundos serán uno solo. Pero no sé lo que eso significa”. 

CAPÍTULO 25. La Mina de las Imágenes  

Bastián llega al Pozo Minroud, la Mina de las Imágenes, donde vive Yor, el Minero Ciego, que sólo ve en la oscuridad, y que le explica que Fantasía se asienta sobre unos cimientos de sueños olvidados, que son las imágenes de la mina. Bastián debe encontrar la suya para llegar al Agua de la Vida. Mira todas las imágenes que Yor ha sacado, pero no reconoce ninguna, y Yor le aconseja que le ayude a sacar más. Bastián ya usó la luz de la piedra Al-Tsahir, y ahora tiene que trabajar a oscuras, en silencio y pacientemente en la mina. Un día encuentra la imagen de su padre congelado, y aunque no lo reconoce, sabe que es la suya, y entonces olvida lo último que le quedaba: su nombre. Se marcha guiado por la imagen, que es frágil al sonido, pero se encuentra con los schlabuffos, que no soportan tanta libertad y quieren llevarse a Bastián para que los guíe, hasta que aparecen Fújur y Atreyu. La imagen se rompe.  

CAPÍTULO 26. Las Aguas de la Vida 

Bastián se quita a ÁURYN y lo deja en el suelo. Entonces él, Atreyu y Fújur aparecen bajo una cúpula donde yacen las dos serpientes de ÁURYN gigantescas, en cuyo centro está el Agua de la Vida. Sólo Fújur puede entender el lenguaje de las aguas, quienes permiten que Atreyu hable por Bastián, ya que este no recuerda nada, y les dicen que Bastián debe renunciar a sus dones fantásticos. Este lo hace y recupera el aspecto que tenía en su mundo, pero sin recuerdos, hasta que se lanza a las aguas y descubre que todas las formas de alegría son la alegría de poder amar. Las aguas dicen que alguien debe terminar todas las historias que Bastián empezó en Fantasía, y Atreyu se ofrece voluntario. Bastián regresa a su mundo, al desván del colegio, y descubre que el libro no está y que sólo ha pasado un día. Cuando se reencuentra con su padre le cuenta todo lo que ha vivido, y los dos empiezan a llevarse mejor. Su padre es más feliz y Bastián más valiente. Va a ver al librero y le dice que ha perdido su libro. El librero le dice que no era suyo, pero que también estuvo en Fantasía y que le gustaría hablar de esas cosas con él a menudo. Bastián trajo el Agua de la Vida, la alegría, a muchos.